24 de octubre

Escucha La Palabra de Dios para cada día

 

Primera Lectura

Lectura de la Carta del apóstol san Pablo a los Romanos 5, 12. 15b. 17-19. 20b-21

Hermanos: Lo mismo que por un hombre entró el pecado en el mundo, y por el pecado la muerte, y así la muerte pasó a todos los hombres, porque todos pecaron. Si por la transgresión de uno murieron todos, mucho más, la gracia otorgada por Dios, el don de la gracia que correspondía a un solo hombre, Jesucristo, sobró para la multitud. Por el delito de un solo hombre comenzó el reinado de la muerte, por culpa de uno solo. Cuanto más ahora, por un solo hombre, Jesucristo, vivirán y reinarán todos los que han recibido un derroche de gracia y el don de la justificación. En resumen: si el delito de uno trajo la condena a todos, también la justicia de uno traerá la justificación y la vida. Si por la desobediencia de uno todos se convirtieron en pecadores, así por la obediencia de uno todos se convertirán en justos. Si creció el pecado, más desbordante fue la gracia. Y así como reinó el pecado, causando la muerte, así también, por Jesucristo, nuestro Señor, reinará la gracia, causando una justificación que conduce a la vida eterna.

L: Palabra de Dios

T: Te alabamos, Señor

Salmo responsorial 39, 7-10. 17

R. Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.

Tú no quieres sacrificios ni ofrendas, y, en cambio, me abriste el oído; no pides sacrificio expiatorio, entonces yo digo: “Aquí estoy” / R.
“–Como está escrito en mi libro– para hacer tu voluntad”. Dios mío, lo quiero, y llevo tu ley en las entrañas / R.
He proclamado tu salvación ante la gran asamblea; no he cerrado los labios: Señor, tú lo sabes / R.
Alégrense y gocen contigo todos los que te buscan; digan siempre: “Grande es el Señor” los que desean tu salvación / R.

Aclamación antes del Evangelio (Lc 21, 36)

Estén siempre despiertos, pidiendo fuerza para mantenerse en pie ante el Hijo del hombre.

Lectura del santo Evangelio según san Lucas 12, 35-38

“Dichosos los criados a quienes el señor, al llegar, los encuentre en vela”

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: “Tengan ceñida la cintura y encendidas las lámparas: Ustedes están como los que aguardan a que su señor vuelva de la boda, para abrirle apenas venga y llame. Dichosos los criados a quienes el señor, al llegar, los encuentre en vela; les aseguro que se ceñirá, los hará sentar a la mesa y los irá sirviendo. Y, si llega entrada la noche o de madrugada y los encuentra así, dichosos ellos”.

S: Palabra del Señor                                     

T: Gloria a ti, Señor Jesús

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