“Cuando les quiten el novio, entonces sí ayunarán”
(Mateo 9, 15)
Permitamos que la Palabra de Dios toque nuestra vida
Llegará El Momento En Que El Esposo Les Será Quitado, Y Entonces Ayunarán.
Son los discípulos de Juan que preguntan a Jesús, por qué si ellos y los fariseos ayunan, porque los discípulos suyos no.
Jesús es el novio que hace palpable la alianza entre Dios y su pueblo, cuando él no esté, los discípulos y la comunidad volverán a ayunar. Pero mientras él está con ellos no tiene sentido ayunar.
No se trata de ayunar porque toca o porque otros lo hacen y porque quiero ser visto, lo verdaderamente importante es esforzarnos en vivir en presencia de Dios.
Reflexionemos: El ayuno por el ayuno no tiene sentido si somos indiferentes al hambre que muchos padecen en el mundo, al hambre de quienes, por la avaricia de unos pocos, han quedado sin trabajo, teniendo hijos que educar y alimentar. Mi ayuno, ¿lo practico solo en cuaresma privándome de algún alimento o practico la misericordia y la justicia como forma de vida?
Oremos: Señor ayúdanos a saber ayunar del consumismo, egoísmo, acomodamiento, insolidaridad, avaricia, para abrir nuestros ojos a la realidad y extender nuestra mano a las personas que sufren. Amén.
Recordemos: ¿Pueden llevar luto, los amigos del novio, mientras él está con ellos?
Actuemos: Ayunaré de hacer el mal a mi prójimo.
Profundicemos: Misericordia, Dios mío, por tu bondad, por tu inmensa compasión, borra mi culpa; lava del todo mi delito, limpia mi pecado. Sal 50 (Libro: Preparación para el tiempo de Cuaresma, con orientaciones del Papa Francisco).
