“En ustedes no está el amor de Dios”
(Jn 5, 42)
Permitamos que la Palabra de Dios toque nuestra vida
En el evangelio de este día, Jesús continúa criticando fuertemente a las autoridades judías por no creer que Él sea el enviado de Dios. Críticas que dentro del camino cuaresmal que estamos recorriendo nos llaman a interpelarnos sobre la manera concreta cómo vivimos nuestra fe y llevamos a nuestra vida sus enseñanzas: ¿Pero cómo podrán creer, si aceptan honores de los hombres y no buscan la gloria que solo Dios da? Pidamos al Señor, en este día que nos ayude a reconocer las verdaderas intenciones que mueven nuestro corazón a la hora de seguir sus enseñanzas. Si ellas nos mueven cada día a ser mejores personas desde los gestos de servicio y fraternidad que tenemos hacia los demás. O si por el contrario, nos cierran en nuestros egoísmos y nos llevan a buscar reconocimientos.
Reflexionemos: ¿Qué llamados de conversión deja en nuestro corazón el evangelio de hoy?, ¿Cómo testimoniamos en lo cotidiano nuestra experiencia de fe?
Oremos: Perdónanos, Señor, por las veces en que no damos testimonio sincero de tu amor a los demás. Por cerrarnos muchas veces en nuestros egoísmos y deseos de reconocimiento. Amén.
Recordemos: Siempre estamos llamados a testimoniar en nuestra vida el amor de Dios.
Actuemos: Aprovechemos esta jornada para salir al encuentro de alguna persona que pase necesidad.
Profundicemos: Tener fe hace nuestro corazón más libre y disponible para amar y compartir con quienes nos rodean (Libro: El amor es la única revolución).