22 de noviembre

“¿Por qué no pusiste mi dinero en el banco?”

(Lc 19, 11-28)

 

En el Evangelio de hoy Jesús cuenta una parábola que nos lleva a confrontar nuestra vida. Narra sobre un hombre que va a un lugar muy lejano y deja a diez de sus sirvientes una mina de oro a cada uno para que negocien con ella y la multipliquen; al pasar el tiempo vuelve este hombre a pedir cuenta a cada uno de lo que ha hecho con la mina; cada uno se va presentando con sus ganancias, hasta que llega a uno que no hizo nada por miedo a su señor y la guardó todo ese tiempo, por lo cual el amo enfurece, le quita lo que tiene y se lo da al que más tiene. En muchas ocasiones de nuestra vida podemos identificarnos con cada uno de estos personajes, podríamos decir que la “mina de oro” es la vida que el Señor nos ha regalado a cada uno de nosotros, ¿qué estamos haciendo con ella?, cuántas veces por miedo e inseguridades no damos los frutos o ganancias necesarias que Dios espera de nosotros, por nuestros miedos no vivimos lo maravilloso que el Señor nos regala día a día.

 

Reflexionemos: ¿Qué estoy haciendo con mi vida? ¿Coloco al servicio de los demás los dones que he recibido? ¿Valoro la vida?

 

Oremos: Señor, concédenos  la gracia de reconocer nuestra vida como una mina de oro, que logremos salir de nosotros mismos, colocar al servicio de los demás los dones que tenemos y así poder multiplicar cada día este gran regalo que tú nos has dado; dándonos a nosotros mismos es como descubrimos la riqueza que tenemos. Amén. 

 

Actuemos: En este día voy a ser más consciente del verdadero valor de la vida.

 

Recordemos: “¿Por qué no pusiste mi dinero en el banco?”

 

Profundicemos: “El amor es poner en juego el corazón por los demás” (Papa Francisco).

 

📑 Recomendado:  Material de temporada 2024

 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

¿Requiere asesoria? Activar chat