“Que sean uno como nosotros” (Jn 17, 11)
El evangelio de hoy, Jesús nos revela la profunda unidad que vive con el Padre. Unidad que lo llena de profunda alegría y lo lleva a desear para cada uno de nosotros, el mismo amor y confianza que tiene hacia Él: “Padre santo, ampara a mis discípulos, dándoles el mismo nombre que me diste a mí, para que sean uno como nosotros”. Esta intimidad que Jesús vive con el Padre, nos invita a revisar en esta jornada la manera cómo vivimos el amor y la confianza no solo con Dios, sino también con nuestros seres queridos. En momentos, la falta de diálogo y escucha en nuestros hogares, no nos permite encontrarnos realmente con las necesidades que se viven en ellos, preferimos callar y dejar que las dificultades y los problemas avancen. Por eso, pidamos al Señor, que sepamos aprovechar cada vez más este tiempo marcado por la pandemia y por el paro nacional, para promover mayores espacios de diálogo, escucha, perdón y reconciliación, al interior de nuestras familias; y así desde ellas, podamos contribuir a la necesidad de diálogo y unidad que tanto anhela hoy nuestro país.
Reflexionemos:
¿Qué enseñanzas nos deja la unidad que Jesús vive con el Padre?, ¿cómo podemos propiciar mayores espacio de diálogo y escucha en nuestros hogares?
Oremos:
Ayúdanos, Señor, a vivir la misma intimidad que tuviste con el Padre desde las relaciones que construimos cada día en familia. Danos, la capacidad de ser instrumentos de paz, escucha y reconciliación ante las dificultades que vive hoy nuestro país. Amén.
Recordemos:
Permanecemos unidos a Dios desde el amor y la comunicación que vivimos en familia.
Actuemos:
Propiciemos en este día, un espacio para compartir con los nuestros y escuchar más de cerca sus necesidades y dificultades.
Profundicemos:
La falta de diálogo, comprensión y escucha en nuestras familias no permite la construcción de relaciones sanas y profundas. Conocer las causas de estas realidades hará posible una mayor intimidad familiar (Libro: claves para superar los conflictos familiares)