“Trabajen no por el alimento que se acaba, sino por el alimento que dura hasta la vida eterna” (Jn 6, 27)
En el evangelio de este tercer lunes de Pascua, Jesús nos recuerda la importancia de trabajar no solo por las cosas pasajeras, sino también por aquellas que unen nuestra vida más a Dios: “Trabajen no por el alimento que se acaba, sino por el alimento que dura hasta la vida eterna”. Tal vez, como las multitudes que buscan a Jesús por el alimento en el relato de hoy, nosotros acudimos a Dios, movidos más por nuestras necesidades materiales que por nuestra fe en él: “Yo les aseguro: ustedes me buscan por haber comido pan hasta quedar llenos, y no porque hayan creído viendo las obras que realizo”. Pidamos al Señor que en este tiempo de Pascua nos conceda la gracia de encontrarnos con él, profundizar más en sus enseñanzas, para descubrir las riquezas presentes en los valores del Reino y esforzarnos por llevarlas a la vida de cada día. Así mismo renovar nuestra fe y adhesión a él: “El trabajo que Dios quiere es que crean en su Enviado”.
Reflexionemos:
¿Qué realidades nos motivan a buscar el favor o la ayuda de Dios?, ¿cómo podemos trabajar más por los valores del Reino en este tiempo de Pascua?
Oremos:
Purifica, Señor, nuestro corazón de toda intención que nos lleva a buscarte solo por intereses personales o materiales. Ayúdanos, a descubrir las riquezas presentes en los valores del Reino y a trabajar por ellos.
Recordemos:
El tiempo de Pascua nos invita a centrar nuestra vida más en Dios y en los valores del Reino.
Actuemos:
Revisemos en esta jornada que intereses nos mueven de fondo cuando buscamos a Dios y pedimos su apoyo.
Profundicemos:
La Palabra es el lugar privilegiado para conocer la persona de Jesús, descubrir sus enseñanzas y centrar nuestra vida en los valores del evangelio (Libro: Evangelio Palabra de vida).