“La mies es abundante y los obreros pocos”
(Lc 10, 1-9)
Permitamos que la Palabra de Dios toque nuestra vida
Celebramos en este día la fiesta de san Lucas evangelista, autor del Tercer Evangelio y del libro de los Hechos de los apóstoles.
Lucas recoge en su evangelio una importante exhortación de Jesús dirigida no a los Doce, sino a otro grupo numeroso de discípulos a los que envía para que colaboren con Él, en su proyecto del Reino de Dios. Les da unas indicaciones misioneras que se sintetizan en actitudes fundamentales para realizar su misión: vivir con sencillez y llevar la paz, a ejemplo del Señor y en solidaridad con los hermanos más necesitados. El equipaje ligero nos da la libertad para mantenernos fieles en el discipulado y firmes en el anuncio del Evangelio. El Señor nos advierte que nos manda en medio de lobos, porque el mundo en que nos toca vivir y predicar su Palabra, se cierra al mensaje cristiano de la verdad y el amor.
Todos podemos ser misioneros y colaboradores de la salvación de Dios, cada uno en su ambiente. La Buena noticia de Jesús se comunica con respeto, desde una actitud amistosa y fraterna, contagiando paz.
Reflexionemos: ¿Quiénes serán hoy nuestros destinatarios del deseo de paz, que Jesús comunica?
Oremos: Señor, tú me has llamado a ser tu discípulo misionero. Infúndeme libertad y fortaleza para anunciar tu Evangelio en el mundo de hoy. Amén.
Actuemos: Ante el llamado del Papa Francisco, pidamos por el diálogo interreligioso, por el encuentro entre culturas y la construcción de un mundo en fraternidad.
Recordemos: “La cosecha es mucha, pero los trabajadores, pocos. Por eso, rueguen al dueño de la cosecha que envié trabajadores a su cosecha”.
Profundicemos: ¿Cuál es la palabra o frase o párrafo o actitud que te ayuda a recordar este texto?
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