“Los fariseos planearon el modo de acabar con Jesús”
(Mt 12, 14)
Permitamos que la Palabra de Dios toque nuestra vida
En este día el evangelio nos pone en profunda sintonía, con la realidad de incomprensión y persecución que vivió Jesús por sus enseñanzas, especialmente entre los grupos religiosos de su tiempo como los fariseos. Realidad que llevó a las primeras comunidades cristianas a reconocer en su dolor y sacrificio, la figura del siervo sufriente del profeta Isaías: “Miren a mi siervo, mi elegido, mi amado, mi predilecto. Sobre él he puesto mi espíritu para que anuncie el derecho a las naciones. No porfiará, no gritará, no voceará por las calles”. Figura que se actualiza hoy en el rostro de tantos hermanos nuestros que son perseguidos por defender su fe, o son vulnerados en sus derechos fundamentales. Pidamos al Señor, en este día la capacidad de solidarizarnos con ellos y acompañarlos de cerca con nuestra oración.
Reflexionemos: ¿Somos solidarios con quienes son perseguidos por defender su fe?, ¿cómo podemos solidarizarnos más sus sufrimientos?
Oremos: Enséñanos, Señor, a reconocer tu rostro, en la realidad de dolor y sufrimiento de tantos hermanos nuestros, que todavía hoy, son perseguidos por creer en ti. Amén.
Recordemos: Jesús se hace presente en las realidades de dolor y persecución que todavía vivimos hoy.
Actuemos: Oremos en este día, por todos los cristianos que continúan siendo perseguidos en el mundo entero por defender su fe.
Profundicemos: Al igual que Jesús, muchas personas a lo largo de la historia han dado su vida a causa del Evangelio. Conocer de cerca sus historias, nos ayudará a fortalecer mucho más nuestra experiencia de fe (Libro: San Maximiliano Kolbe).