“¡Ay de ustedes, maestros de la Ley, que se han quedado con la llave del saber!” (Lc 11, 52)
En el evangelio de hoy, Jesús continúa reclamando fuertemente a los fariseos y a los maestros de la Ley, por la forma como han transmitido y puesto en práctica las enseñanzas de Dios. En lugar de llevar a la vida y a la comunión, han enseñado una forma rigurosa y superficial de vivir los mandamientos, lejos del amor y la misericordia a los más necesitados. Así mismo, han cerrado la puerta del saber a los pequeños y les han impedido conocer el verdadero rostro de Dios. Gestos que deben llevarnos a revisar nuestra existencia y examinar, si también nosotros podemos ser en algunos momentos, con nuestras actitudes impedimento para los demás. Pidamos al Señor, en este día la gracia de aprender a ser personas más flexibles y solidarias.
Reflexionemos:
¿Qué obstáculos encontramos en nuestra relación con Dios?, ¿cómo podemos ser puente de comunión para quienes están a nuestro lado?
Oremos:
Ayúdanos, Señor, a no ser impedimento para los demás a través de nuestras actitudes. Que por el contrario, promovamos la comunión, el respeto, el diálogo y la aceptación entre todos. Amén.
Recordemos:
Jesús nos invita a ser puente de comunión con los demás.
Actuemos:
Revisemos en esta jornada nuestra vida y miremos en qué momentos podemos ser obstáculo para los demás. Pidamos al Señor, la gracia de transformar dichas actitudes.
Profundicemos:
En nuestras familias vivimos diferentes situaciones cotidianas que implican que abramos paso al diálogo y al encuentro (Libro: Claves para superar los conflictos familiares).