“Les daré palabras y sabiduría””
(Lc 21, 15)
Permitamos que la Palabra de Dios toque nuestra vida
El evangelio de este domingo nos permite entrar en sintonía con la realidad de persecución que vivieron las primeras comunidades cristianas. Realidad que los movió a dar testimonio de su fe y a reconocer que pese al temor o al sufrimiento que ser seguidores de Cristo conllevaba, contaban siempre con su amparo y su gracia: “Hagan propósito de no preocuparse por saber cómo se van a defender, porque yo les daré palabras y sabiduría, a las que no podrá resistir ni contradecir ningún adversario”. Realidad que también se actualiza hoy ante los grandes desafíos que nos ofrece la sociedad actual, en la que la fe ha pasado a un segundo plano y se ha perdido la confianza en Dios. Pidamos al Señor, que ante este panorama desolador, también nosotros como los primeros cristianos podamos permanecer firmes en nuestra fe y dar testimonio de todo lo bueno que Él, continua obrando en nuestra existencia.
Reflexionemos: ¿Cómo afrontamos las dificultades o los señalamientos que recibimos a causa de nuestra fe?, ¿percibimos la presencia de Dios en ellos?
Oremos: Ayúdanos, Señor, a no desanimarnos frente a las críticas o las dificultades que seguirte conlleva. Que amparados por tu gracia, tengamos siempre la valentía de testimoniar tu Palabra. Amén.
Recordemos: Dios nos fortalece y acompaña en las dificultades.
Actuemos: Pidamos al Señor en este día la gracia de reconocer su presencia en las dificultades o los señalamientos que seguirlo conlleva.
Profundicemos: Seguir a Jesús implica superar los miedos a ser señalados o criticados por vivir sus enseñanzas (Libro: Seguir a Jesús sin volverte un marciano).
