“El reino de Dios está dentro de ustedes” (Lucas 17, 21)
El evangelio de hoy nos revela una de las realidades más hermosas de nuestra fe: Cristo Jesús que se identificó con nosotros, y nos amó hasta entregar su vida; resucitó para habitar dentro de nuestro corazón y hacernos partícipes de su filiación divina: Por ello hoy nos asegura que siempre está con nosotros: ¡el Reino de Dios está dentro de ustedes!
Gracias a esta realidad incomparable, no necesitamos hacer grandes esfuerzos para encontrar a Dios, basta que nos miremos con fe a nosotros mismos y a las personas que encontramos día a día; allí podemos descubrir el Rostro del Señor y su mano amorosa que nos guía.
Que hermoso es constatar que Jesús Resucitado estando glorificado a la derecha del Padre, habita también dentro de nosotros gracias al Espíritu Santo que nos injerta en Su Cuerpo glorioso. ¡Cuando Jesús dijo: el Reino de Dios está en ustedes, hablaba de esta sublime realidad!
Reflexionemos:
¿Creo que Jesús resucitado habita en el corazón de cada creyente y anima la vida de la comunidad? ¿Reconozco su presencia en quienes viven a mi lado? ¡Gracias Señor por habitar en nuestro corazón!
Oremos:
Creo Señor que estás vivo en medio de nosotros y habitas Resucitado en nuestro corazón. Gracias por hacer de nosotros tu morada para seguir construyendo Tu Reino entre nosotros. Amén!
Recordemos:
“El reino de Dios no vendrá espectacularmente, ni anunciarán que está aquí o está allí; porque miren, el reino de Dios está dentro de ustedes”
Actuemos:
Con la certeza de que Dios ha hecho de los seres humanos su morada, acojo a cada persona con respeto, veneración y cariño.
Profundicemos:
El reino de Dios no es la suma del potencial y del esfuerzo humano, sino la intervención amorosa de Dios en un mundo quebrantado por el pecado y el sufrimiento. ( Libro: Relatos del evangelio que iluminan la vida) Mitch F. Rojas.