“La sabiduría se justifica por sus obras” (Mt 11, 19)
Juan el Bautista es una de las figuras centrales del Adviento, especialmente de la segunda semana que estamos viviendo. Por eso, el evangelio de este día nos remite nuevamente a su misión, para mostrarnos las contradicciones que su estilo de vida austero y desafiante trajo para sus contemporáneos. Juan al igual que Jesús fue criticado por retar a los líderes religiosos de su tiempo y llamarlos a la conversión. Así mismo, por predicar con valentía y resolución la necesidad de llevar una vida coherente con la voluntad de Dios. Pidamos al Señor en este día, a la luz del testimonio de Juan, la gracia de llevar una vida coherente con las enseñanzas del evangelio. Así mismo, la capacidad de denunciar aquello que va en contra de los valores del Reino o de los principios que aprendimos en casa desde pequeños. Que este tiempo de Adviento sea una valiosa oportunidad para fortalecer nuestra relación con la Palabra de Dios.
Reflexionemos:
¿Llevamos a la práctica las enseñanzas de Jesús?, ¿cómo podemos aprovechar este tiempo de Adviento para fortalecer nuestro testimonio de vida?
Oremos:
Ayúdanos, Señor, en este tiempo de Adviento a testimoniar mucho más tu Palabra. A reconocer aquellas realidades que nos apartan de ti y necesitamos transformar, para darte mayor cabida en nuestro corazón. Amén.
Recordemos:
Dios nos invita a llevar una vida coherente con sus enseñanzas.
Actuemos:
Reservemos un espacio de esta jornada para revisar la manera como llevamos a nuestra vida las enseñanzas de Jesús.
Profundicemos:
El tiempo de Adviento llega a nosotros como una valiosa oportunidad para revisar nuestra vida y unirla más a Dios. Reflexiones en el camino nos ayuda a hacer un alto en nuestra existencia y propiciar este encuentro con Dios (Libro: Reflexiones en el camino).