11 de Abril

Escucha La Palabra de Dios para cada día

Primera Lectura

Lectura de los Hechos de los Apóstoles 5, 27-33

n aquellos días, los apóstoles fueron conducidos a comparecer ante el sanedrín y el sumo sacerdote los interrogó, diciendo: “¿No les habíamos ordenado formalmente no enseñar en ese Nombre? En cambio, han llenado Jerusalén con su enseñanza y quieren hacernos responsables de la sangre de ese hombre”. Pedro y los apóstoles replicaron: “Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres. El Dios de nuestros padres resucitó a Jesús, a quien ustedes mataron, colgándolo de un madero. Dios lo ha exaltado con su diestra, haciéndolo jefe y salvador, para otorgar a Israel la conversión y el perdón de los pecados. Testigos de esto somos nosotros y el Espíritu Santo, que Dios da a los que le obedecen”. Ellos al oír esto, se consumían de rabia y trataban de matarlos.

L: Palabra de Dios

T: Te alabamos, Señor

 

Salmo responsorial 33, 2. 9. 17-20

R. El afligido invocó al Señor, y Él lo escuchó.

Bendigo al Señor en todo momento, su alabanza está siempre en mi boca. Gusten y vean qué bueno es el Señor, dichoso el que se acoge a Él / R.
El Señor se enfrenta con los malhechores, para borrar de la tierra su memoria. Cuando uno grita, el Señor lo escucha y lo libra de sus angustias / R.
El Señor está cerca de los atribulados, salva a los abatidos. Aunque el justo sufra muchos males, de todos lo libra el Señor / R.

Aclamación antes del Evangelio (Jn 20, 29)

“Porque me has visto, Tomás, has creído –dice el Señor–; bienaventurados los que crean sin haber visto”.

Lectura del santo Evangelio según san Juan 3, 31-36

“El Padre ama al Hijo y todo lo ha puesto en su mano”

El que viene de lo alto está por encima de todos. El que es de la tierra es de la tierra y habla de la tierra. El que viene del cielo está por encima de todos. De lo que ha visto y ha oído da testimonio, y nadie acepta su testimonio. El que acepta su testimonio certifica que Dios es veraz. El que Dios envió habla las palabras de Dios, porque no da el Espíritu con medida. El Padre ama al Hijo y todo lo ha puesto en su mano. El que cree en el Hijo posee la vida eterna; el que no crea al Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios pesa sobre él.

S: Palabra del Señor                                     

T: Gloria a ti, Señor Jesús

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