
Septiembre es el mes dedicado a la experiencia de contemplar, amar, difundir y hacer conocer la Palabra de Dios. En esta Lectio Divina estamos invitados a vivir esta experiencia de encuentro con la Palabra. El Evangelio de Lucas en este pasaje nos introduce en la misión evangelizadora de Jesús. Él acude a la sinagoga un día sábado movido por el Espíritu Santo. En ese tiempo, como era común, lo invitan a leer un pasaje de la sagrada Escritura. Jesús tomó el rollo del profeta Isaías y, desenrollándolo, encontró el pasaje donde estaba escrito: “El Espíritu del Señor esta sobre mí, porque Él me a ungido”. Pero, cuál sería la novedad, ya que Jesús hace suyas las palabras del profeta y se presenta ante sus paisanos como el cumplimiento de esa promesa. Jesús asume la misión de hacer presente la Buena Noticia a los pobres, anunciar la libertad a los cautivos y la vista a los ciegos, poner la libertad a los oprimidos y anunciar el año de gracia del Señor. Estas palabras son propicias para vivir este año jubilar, que se nos da como un año de gracia. Jesús en adelante, guiado por el Espíritu Santo, llevará esta misión hasta sus últimas consecuencias: la entrega de su vida en la cruz. “Se levantaron, lo echaron fuera de la ciudad y lo llevaron hasta la parte alta del monte para arrojarlo”. Muchas veces también nosotros actuamos así. Nos gustan algunos aspectos de Jesús, lo acogemos con entusiasmo, pero cuando la voluntad de Dios no se somete a nuestras pretensiones, lo rechazamos con vehemencia. Estamos llamados a aceptar el mensaje de Jesús sin escoger solamente lo que nos parezca más conveniente.
¿Estoy dispuesto a dejar que la palabra se cumpla hoy en mi vida, con sus luces y sombras?
Señor, dame la gracia de mantenerme fiel a tu Evangelio con la fuerza de tu Santo Espíritu. Que tu Palabra me inspire a anunciarte a los demás. Amén.
Jesús no buscó quedar bien. Habló con la verdad, incluso sabiendo que lo rechazarían. Dedica un momento para orar y pedirle a Dios un corazón más humilde y receptivo.
¿Cómo vivir el Evangelio con la convicción de que el Reino de Dios ya está entre nosotros?


