1 de diciembre 2024

“Se acerca su liberación”

(Lc 21, 25-28. 34-36)

Permitamos que la Palabra de Dios toque nuestra vida

Con un canto de gozo en nuestra vida damos inicio en este domingo, día del Señor, al Adviento, tiempo caracterizado por la virtud teologal de la esperanza. En este mes en que el Papa Francisco dará inició al gran año jubilar, según la invitación a cultivar esta actitud de vida cristiana, ser y vivir como peregrinos de la esperanza. El inicio del Adviento marca también el inicio del año litúrgico y en esta oportunidad el evangelista Lucas a través de la Palabra invita a quienes le escuchan a vivir actitudes propias de este tiempo. La descripción del lugar de la manifestación del Hijo de Dios, uno de los títulos cristológicos referidos a la persona de Jesús, describe realidades de la humanidad hoy y parece que las palabras del evangelista proféticamente se cumplen. Sin embargo, la realidad de la condición humana caracterizada por la angustia y la perplejidad frente a tantos desastres naturales, guerras o condiciones existenciales que las personas pueden estar viviendo entre el miedo y la ansiedad, es también propia de nuestro tiempo. San Lucas nos invita a cultivar actitudes que pueden hacer de esta manifestación del Hijo de Dios una experiencia verdaderamente gozosa y no caótica y apocalíptica caracterizada por el fin del mundo. La primera actitud a cultivar en medio de realidades adversas es la escucha. Una escucha que nace de la contemplación y del silencio: “habrá signos”, los signos son manifestación de lo que está por acontecer, sin embargo, solo los advierte quien los escucha, porque un corazón distraído: “embotado e inquieto” no sintoniza con esta realidad. La segunda actitud, propia de este tiempo de Adviento es la vigilancia: “estén, pues, despiertos en todo tiempo”, es decir, habrá días extraordinarios de disposición interior pero la vida cristiana se vive siempre, porque se vive cotidianamente de forma extraordinaria.

 

Preguntémonos: ¿Cómo me siento llamado a vivir este tiempo de Adviento que me prepara a la Navidad? ¿cómo puedo poner en práctica la escucha y la vigilancia?

 

Oremos: Ven Señor Jesús para que “el estruendo del mar y el oleaje” de la vida en su día a día no apaguen la luz de quien la mantiene encendida en medio de la adversidad y la prueba. Enciende en mi corazón la esperanza. Amén.

 

Actuemos: Navidad es tiempo de solidaridad y compartir, desde ya prepara personalmente o en familia, el gesto de Navidad que vas a vivir como don y gracia entre quienes sufren o no tienen las mismas condiciones que tú.

 

Profundicemos: Para que nuestra celebración de Navidad sea gozosa, no solo por el encuentro con las personas que más amamos y por las ricas tradiciones que acompañaran nuestras celebraciones, sino por la forma totalmente nueva como viviremos este tiempo de gracia, tiempo en que no se repiten los signos y celebraciones, si bien aparentemente pareciesen los mismo cada año, es preciso vivirlos con novedad de vida porque lo que viviremos a lo largo del año es único e irrepetible.

 

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