“Muchos profetas y reyes quisieron ver lo que ustedes ven, pero no lo vieron” (Lc 10, 24)
Al iniciar este mes de diciembre, el evangelio nos invita a experimentar junto a Jesús, la gran alegría que él siente porque Dios se revela ante todo a los pequeños: ¡Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque ocultaste estas cosas a los sabios e inteligentes, y las revelaste a los pequeños! Alegría que llena de gozo el corazón porque Jesús hoy también se revela a nosotros y al igual que a los discípulos, nos invita agradecer a Dios por todo aquello que podemos ver, escuchar y aprender de él en su seguimiento, especialmente a través de su Palabra y las diferentes mediaciones que pone en nuestro camino. Pidamos al Señor, en este día que durante este tiempo de Adviento abra nuestra mente y nuestro corazón a la escucha atenta de su Palabra para descubrir en ella los signos de fe y esperanza que quiere comunicarnos especialmente ante la realidad de sufrimiento y enfermedad que todavía vivimos por el coronavirus.
Reflexionemos:
¿Qué acontecimientos llenan de alegría nuestro corazón?, ¿reconocemos la presencia de Dios en las diferentes realidades que vivimos?
Oremos:
Gracias, Señor, por venir a nuestra vida y revelarnos tu amor y predilección especialmente hacia los más pequeños de nuestra sociedad. Que como tú, sepamos reconocer las grandes enseñanzas que ellos nos comunican a través de las diferentes realidades que viven. Amén.
Profundicemos:
La vida de la madre Teresa de Calcuta fue una existencia dedicada a las personas más pobres y despreciadas de nuestro tiempo. Con su amor supo ganarse el corazón de ellos para Cristo y la cooperación de muchas personas con su causa (Libro: Madre Teresa de Calcuta. Misionera de la caridad https://paulinas.org.co/libreriavirtual/madre-teresa-de-calcuta-misionera-de-la-claridad/).
Recordemos:
Dios se revela en los pequeños.
Actuemos:
Durante esta jornada seamos solidarios con alguna familia que pasa alguna necesidad material o espiritual.