“Les di ejemplo, para que hagan lo mismo que yo hice con ustedes” (Jn 1, 14)
Llegamos hoy al Jueves Santo tras cuarenta días de ejercitarnos en la oración, el ayuno, la conversión del corazón y la comunión con nuestros hermanos. Con la celebración de este día, damos inicio al solemne Triduo Pascual en el que conmemoramos la pasión, muerte y resurrección de Nuestro Señor Jesucristo. En este día el evangelio nos lleva a fijar la mirada especialmente en la actitud de servicio que Jesús invita a vivir a sus discípulos en la Última Cena, a través del signo del lavatorio de los pies: “Por tanto, si yo, que soy su Señor y Maestro, les lavé los pies, también ustedes deben lavarse los pies unos a otros. Les di ejemplo, para que hagan lo mismo que yo hice con ustedes”. Servicio que vivimos y celebramos especialmente en el sacramento de la Eucaristía, donde recordamos la entrega amorosa de Jesús por nosotros en la cruz y alimentados por su cuerpo, su sangre y su Palabra, nos comprometemos a hacer de nuestra vida una vocación de servicio a los demás. Agradezcamos en esta jornada al Señor por el don de la Eucaristía y pidámosle que alimentados por ella, podamos servir con alegría a los demás.
Actitud: Servicio.
Reflexionemos:
¿Qué lugar ocupa la Eucaristía en nuestra vida?, ¿cómo podemos hacer de la Eucaristía un medio que comprometa cada vez más nuestra vida con las necesidades de los demás?
Oremos:
Gracias, Señor, por quedarte entre nosotros en el sacramento de la Eucaristía. Gracias por que a través de él, no solo nos confortas y alimentas, sino que también nos invitas a hacer de nuestra vida una vocación de servicio a los demás. Amén.
Recordemos:
La Eucaristía nos recuerda el gran amor que Dios siente por nosotros y el compromiso de dar nuestra vida como Jesús, por los demás.
Actuemos:
Participemos en este día con gran alegría y gratitud al Señor de la Eucaristía. Pidámosle que nos ayude a reconocer en ella, el gran compromiso que como cristianos tenemos de servir como él, a los demás.
Profundicemos:
La Eucaristía más que un rito religioso es un memorial que compromete nuestra vida y nuestra experiencia de fe a las necesidades de los demás al estilo de Jesús (Libro: Eucaristía, pan para la vida del mundo).