Conversión de San Pablo

“San Pablo: una conversión que busca la comunión con los demás”

Nos dice el Papa Francisco, que San Pablo, cuya conversión se celebra hoy, ha vivido la fuerte experiencia de la gracia, que lo llamó a convertirse, de perseguidor a apóstol de Cristo. La gracia de Dios lo ha empujado, incluso a él, a buscar la comunión con otros cristianos, de repente, por primera vez en Damasco y luego en Jerusalén (Hch 9,19.26-27). Esta es nuestra experiencia como creyentes. A medida que crecemos en la vida espiritual, comprendemos cada vez más que la gracia nos llega junto a los demás y es para compartir con los demás.

San Pablo escritos

De esta manera, nos invita el Papa Francisco, a elevar un acción de gracias a Dios por todo cuanto ha hecho en nuestra vida, porque al agradecer por su obrar en nuestra historia es como descubrimos que tantos otros hermanos elevan el mismo canto de alabanza y gratitud, pues es en el reconocimiento de nuestra debilidad cuando la gracia de Dios se manifiesta con mayor fuerza.

Como en la historia del naufragio de Pablo, a menudo son los más débiles los que llevan el mensaje de salvación más importante. Porque Dios lo ha querido así: salvarnos no con la fuerza del mundo, sino con la debilidad de la Cruz (cf. 1 Co 1,20-25).

Pablo es modelo en nuestro seguimiento, la radicalidad del apóstol y su ser de misionero incansable le llevaron a dejar todo con tal de ganar a Cristo, por Él todo perdió e hizo todo y siempre por el Evangelio. Su vivir fue Cristo, su fuerza y más grande amor. Su testimonio nos lleve siempre a reconocer que solo por la gracia del Señor somos lo que somos.

¿Cómo has logrado, Señor, este cambio nunca visto:

de Saulo, el perseguidor, en Pablo, heraldo de Cristo?

Pablo muele en su molino el Antiguo Testamento,

Cristo le sale al camino, lo arrastra a su seguimiento.

Siempre la Iglesia recibe, como un eco del Señor,

las cartas que Pablo escribe, dictadas por el amor.

Infatigable viajero, recorres la tierra entera,

Apóstol y misionero hasta el final de tu carrera.

Como  una flecha bruñida, vas a la meta

de suerte que solo Cristo es tu vida,

y una ganancia la muerte.

Descúbrenos la victoria de Jesús Crucificado,

para compartir la gloria del Señor resucitado.

Amén.

(Himno Laudes – Liturgia Familia Paulina).

San Pablo, ¿Conversión o Vocación?

La experiencia que Pablo vive con el Señor resucitado es la misma de aquel que en el camino de la vida se siente llamado a seguirle, por tanto, al igual que el profeta Jeremías, quién fue llamado y consagrado desde el seno de su madre, de la misma manera San Pablo se siente elegido y consagrado ya desde antes de nacer, de hecho, su vida y conducta siempre fueron intachables en el cumplimiento estricto de la Ley, pues para el mundo bíblico en aquella época, la mayor perfección y cercanía con Dios era mediante el perfecto cumplimiento de la Ley, en la cuál se manifestaba la presencia y voluntad del Señor.

Por tanto, hablar de la conversión de San Pablo indica una experiencia de encuentro profundo con el Señor, no es un cambio de mentalidad o el paso de un movimiento a otro, no se trata de esto. La radicalidad de San Pablo y la entrega incansable por su Señor obedece a la gracia de saberse elegido para el anuncio del Evangelio así como los Doce, de descubrirse llamado por Dios.

La conversión puede entenderse como un cambio (metanoia) que implica la vida toda, no solamente un cambio de mentalidad, sino que alcanza la vida, la forma, el estilo del seguimiento. No se trata de una ruptura de cambio moral, dado que San Pablo desde su niñez obraba movido por el celo de Dios, solamente que en su encuentro con Cristo descubre un nuevo camino de seguir y servir al Dios que siempre ha buscado, Aquel recibido por la tradición y su contexto étnico, cultural, religioso.

Por tanto, dejar todo y considerar pérdida cuanto había ganado puede entenderse solamente en este trasfondo, lo que antes era ganancia (la Ley del Señor y su forma de vivirla) ahora es pérdida en consideración de ganar a Cristo (Nueva Ley, la del amor). De la rigidez de la antigua Ley, Pablo descubre en la persona de Cristo una nueva Ley, dada por su misma vida, palabras, gestos, acciones. En la vida de Pablo bastó la gracia del Señor manifestada en su debilidad, por Él dejó todo y todo recibió de su Señor. Su Evangelio fue el amor, en el Amor todo alcanzó.

(Ydania Marivel Imbacuán M, fsp)

Camino de Damasco, Jesucristo,

el Señor en su Iglesia perseguido,

derribó tu caballo e hirió tu orgullo

con su grito de amor en luz vestido.

Escuchaste su voz,

en el delirio de la herida de Dios en tus entrañas,

y perseguido en la noche de tus ojos,

empezaste en la luz nuevas hazañas.

Combatiste sin tregua el gran combate

 de la fe y del amor, tu vida entera,

tu vivir fue el de Cristo para siempre,

tu morir el triunfo en la carrera.

Recibiste del Padre el premio eterno,

por tu amor tan fiel al Hijo amado,

en unión del Espíritu infinito,

que de Saulo hizo Pablo, el gran heraldo.

Amén.

(Himno Vísperas – Liturgia Familia Paulina).

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