9 de Enero

Escucha La Palabra de Dios para cada día

 

Primera Lectura

Lectura de la Primera Carta del apóstol san Juan 5, 14-21

Queridos míos: Es tal la confianza que tenemos en Dios, que si le pedimos algo de acuerdo con su voluntad, Él nos escucha; y sabiendo que nos escucha cuando se lo pedimos, estamos seguros de recibir lo que pidamos. Si alguien ve a su hermano cometer un pecado que no le ha causado la muerte, pídale a Dios, que Él le dará vida; me refiero a los pecados que no causen la muerte eterna. Porque hay un pecado que de hecho la causa; y en tal caso no le digo que pida a Dios. Toda mala acción es ya un pecado, pero no todo pecado causa sin más la muerte eterna. Sabemos que todo el que ha nacido de Dios ha dejado de pecar, porque el Hijo de Dios lo protege y el Maligno no puede tocarlo. Sabemos que nosotros pertenecemos a Dios mientras que el mundo entero está en poder del Maligno. Pero también sabemos que el Hijo de Dios vino y nos dio entendimiento para que podamos conocer al verdadero Dios. Y estamos unidos al verdadero Dios porque estamos unidos a su Hijo Jesucristo. Este es el verdadero Dios y la vida eterna. Hijitos, ¡cuidado con los ídolos!

 

L: Palabra de Dios

T: Te alabamos, Señor

 

Salmo responsorial 149, 1-6a. 9b

 R. Yo te invoco porque tú me respondes, Dios mío.

Canten al Señor un cántico nuevo, resuene su alabanza en la asamblea de los fieles; que se alegre Israel por su Creador, los hijos de Sión por su Rey / R. 

Alaben su nombre con danzas, cántenle con tambores y citaras; porque el Señor ama a su pueblo y adorna con la victoria a los humildes / R.  

Que los fieles festejen su gloria y canten jubilosos en filas, con vítores a Dios en la boca. Es un honor para todos sus fieles / R.  

 

Evangelio San Juan 3, 22-30

 

«Jesús debe crecer y Juan el Bautista disminuir«

 

Se fue Jesús con sus discípulos a Judea a la región de Judea y pasó allí algún tiempo con ellos bautizando. Por su parte, Juan el Bautista estaba bautizando en Enón, cerca de Salim, porque había allí agua abundante. La gente llegaba y recibía el bautismo, pues todavía no habían metido a Juan  en la cárcel. Y se produjo una discusión entre los discípulos de Juan y un judío acerca de los baños de purificación. Entonces fueron a donde Juan y le dijeron: “Oye, maestro, el que estaba contigo al otro lado del Jordán, el hombre a favor del cual tú diste testimonio, también está bautizando, y todos se van a donde él”. Juan les dio esta respuesta: “Uno no puede quedarse con nada, si Dios no se lo da. Ustedes mismos son testigos de que dije que yo no era el Mesías, sino que fui enviado delante de Él. El que se casa con la novia es el novio. Lo que hace el amigo del novio, que lo acompaña como testigo, es alegrarse cuando lo siente llegar. Por eso ahora mi alegría es completa. Él debe crecer y yo disminuir”.

 

S: Palabra del Señor                                     

T: Gloria a ti, Señor Jesús

¿Requiere asesoria? Activar chat

×