7 de Septiembre

Escucha La Palabra de Dios para cada día

Primera Lectura

Lectura de la Primera Carta del apóstol san Pablo a los Corintios 7, 25-31

Hermanos: Respecto al celibato no tengo órdenes del Señor, sino que doy mi parecer como hombre de fiar que soy por la misericordia del Señor. Estimo que es un bien, por la necesidad actual: quiero decir que es un bien vivir así. ¿Estás unido a una mujer? No busques la separación. ¿Estás libre? No busques mujer; aunque, si te casas, no haces mal; y, si una soltera se casa, tampoco hace mal. Pero estos tales sufrirán la tribulación de la carne. Yo respeto sus razones. Digo esto, hermanos: que el momento es apremiante. Queda como solución que los que tienen mujer vivan como si no la tuvieran; los que lloran, como si no lloraran; los que están alegres, como si no lo estuvieran; los que compran, como si no poseyeran; los que negocian en el mundo, como si no disfrutaran de él: porque la representación de este mundo se termina.

L: Palabra de Dios

T: Te alabamos, Señor

Salmo responsorial 44, 11-12. 14-17

R. Escucha, hija, mira: inclina el oído.

Escucha, hija, mira: inclina el oído, olvida tu pueblo y la casa paterna; prendado está el rey de tu belleza: póstrate ante Él, que Él es tu Señor / R. 

Ya entra la princesa, bellísima, vestida de perlas y brocado; la llevan ante el rey, con séquito de vírgenes, la siguen sus compañeras / R.

Las traen entre alegría y algazara, van entrando en el palacio real. “A cambio de tus padres tendrás hijos, que nombrarás príncipes por toda la tierra” / R.

Lectura del santo Evangelio según san Lucas 6, 20-26

“Dichosos los pobres; ¡ay de ustedes, los ricos!”

En aquel tiempo, Jesús, levantando los ojos hacia sus discípulos, les dijo: “Dichosos los pobres, porque de ustedes es el reino de Dios. Dichosos los que ahora tienen hambre, porque quedarán saciados. Dichosos los que ahora lloran, porque reirán. Dichosos ustedes, cuando los odien los hombres, y los excluyan, y los insulten, y proscriban su nombre como infame, por causa del Hijo del hombre. Alégrense ese día y salten de gozo, porque su recompensa será grande en el cielo. Eso es lo que hacían sus padres con los profetas. Pero, ¡ay de ustedes, los ricos!, porque ya tienen su consuelo. ¡Ay de ustedes, los que ahora están saciados!, porque tendrán hambre. ¡Ay de los que ahora ríen!, porque harán duelo y llorarán. ¡Ay si todo el mundo habla bien de ustedes! Eso es lo que hacían sus padres con los falsos profetas”.

S: Palabra del Señor                                     

T: Gloria a ti, Señor Jesús

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