“María ha escogido la parte mejor, y no se la quitarán” (Lc 10, 42)

El evangelio de hoy nos invita acoger a Jesús en nuestra casa a Jesús, así como lo hicieron sus grandes amigas Marta y María. Así mismo, a reconocer a través de las actitudes de cada una de ellas, la manera como disponemos nuestro corazón para vivir dicho encuentro. Si como Marta nos preocupamos más por las cosas externas que tenemos por hacer, es decir, esos ruidos externos que no nos dejan estar realmente con Jesús; o si como María le dedicamos toda nuestra atención y nos sentamos a sus pies para escucharlo. Pidamos al Señor, en este día la gracia de aprender a reservar momentos especiales de nuestra jornada para encontrarnos a solas con él, para confiarle todas nuestras tensiones, problemas, dificultades y hallar en su Palabra, la paz y la sabiduría que tanto necesitamos para superarlas.

Reflexionemos:

¿Cómo acogemos a Jesús en nuestra vida?, ¿qué espacios de nuestra jornada reservamos para encontrarnos con él?

Oremos:

Aumenta, en nosotros, Señor, el deseo de encontrarnos contigo y escuchar tu Palabra aún en medio de los afanes y las tareas cotidianas. Que iluminados por este encuentro, sepamos afrontar la vida con mayor fe y esperanza. Amén.

Recordemos:

Es necesario reservar un espacio de nuestra jornada para alimentar una relación vital con Jesús.

Actuemos:

Revisemos en este día, qué actitudes de Marta y de María tenemos en nuestra vida.

Profundicemos:

La oración nos ayuda a encontrarnos cada día con Dios, iluminar las diferentes realidades que vivimos y unir nuestra vida más a él  (Libro: Climas de oración).