29 de Octubre

Escucha La Palabra de Dios para cada día

Primera Lectura

Lectura de la Carta del apóstol san Pablo a los Filipenses 1, 18b-26

Hermanos: De la manera que sea, con segundas intenciones o con sinceridad, se anuncia a Cristo, y yo me alegro; y me seguiré alegrando, porque sé que esto será para mi bien, gracias a sus oraciones y al Espíritu de Jesucristo que me socorre. Lo espero con impaciencia, porque en ningún caso saldré derrotado; al contrario, ahora, como siempre, Cristo será glorificado abiertamente en mi cuerpo, sea por mi vida o por mi muerte. Para mí la vida es Cristo, y una ganancia el morir. Pero, si el vivir esta vida mortal me supone trabajo fructífero, no sé qué escoger. Me encuentro en este dilema: por un lado, deseo partir para estar con Cristo, que es con mucho lo mejor; pero, por otro, quedarme en esta vida veo que es más necesario para ustedes. Convencido de esto, siento que me quedaré y estaré a su lado, para que avancen alegres en la fe, de modo que el orgullo que sienten por mí en Jesucristo rebose cuando me encuentre de nuevo entre ustedes.

L: Palabra de Dios

T: Te alabamos, Señor

Salmo responsorial 41, 2-3. 5bcd 

R. Mi alma tiene sed del Dios vivo.

Como busca la cierva corrientes de agua, así mi alma te busca a ti, Dios mío / R.

Tiene sed de Dios, del Dios vivo: ¿Cuándo entraré a ver el rostro de Dios? / R.

Recuerdo cómo marchaba a la cabeza del grupo hacia la casa de Dios, entre cantos de júbilo y alabanza, en el bullicio de la fiesta / R.

Lectura del santo Evangelio según san Lucas 14, 1. 7-11

“El que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido”

Un sábado, entró Jesús en casa de uno de los principales fariseos para comer, y ellos le estaban espiando. Notando que los convidados escogían los primeros puestos, les propuso esta parábola: “Cuando te conviden a una boda, no te sientes en puesto principal, no sea que hayan convidado a otro de más categoría que tú; y vendrá el que los convidó a ti y al otro y te dirá: ‘Cédele el puesto a este’. Entonces, avergonzado, irás a ocupar el último puesto. Al revés, cuando te conviden, vete a sentarte en el último puesto, para que, cuando venga el que te convidó, te diga: ‘Amigo, sube más arriba’. Entonces quedarás muy bien ante todos los comensales. Porque todo el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido”.

S: Palabra del Señor                                     

T: Gloria a ti, Señor Jesús

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