“Yo expulso los demonios con el poder de Dios” (Lc 11, 20)
Muchas veces al interior de nuestras familias o ambientes laborales vivimos fuertes divisiones que nos llevan a separarnos y a perder la armonía. Jesús experimenta una situación similar después de liberar a un mudo del mal que lo atormentaba. Gracias a su curación, este pudo hablar de nuevo, suscitando la admiración de muchos y la crítica de otros, que relacionaron su acción salvadora a Beelzebú, el jefe de los demonios. División que desconcierta a Jesús y lo lleva a reafirmar con vehemencia, que su acción salvífica proviene del Padre: “Quede claro que yo expulso los demonios con el poder de Dios. Y eso muestra que Él ha venido a reinar sobre ustedes”. Pidamos al Señor, en este día que ante las divisiones que podamos sufrir en nuestros hogares o trabajos, sepamos reconocer las situaciones que nos contraponen antes de entrar a juzgar sin fundamento a los demás. Así mismo, a procurar siempre ser personas de comunión y no de división, teniendo la osadía muchas veces de aprender a ceder para mantener la unidad del grupo. Pidamos al Señor que nos ayude en esta cuaresma a promover la unidad y la comunión en los diferentes ambientes cotidianos en los que transcurre nuestra existencia.
Actitud: Comunión.
Reflexionemos:
¿Promovemos en nuestros hogares o ambientes laborales la unidad entre todos?, ¿cómo podemos cultivar mucho más la comunión y la fraternidad en este tiempo de cuaresma?
Oremos:
Ayúdanos, Señor, a ser personas de escucha y comunión. A promover en nuestras relaciones familiares, laborales o comunitarias, ambientes de fraternidad, diálogo y solidaridad entre todos. Amén.
Recordemos:
Seguir a Jesús debe llevarnos a ser promotores de la unidad y la comunión en los diferentes ambientes que vivimos.
Actuemos:
Revisemos en este día las relaciones que vivimos en familia o en nuestro trabajo, presentémoslas al Señor en la oración y miremos que actitud concreta podemos poner en práctica para fortalecerlas.
Profundicemos:
Uno de los principales lugares en los que estamos llamados a fortalecer la unidad y la comunión entre todos son nuestras familias. Para ello, es necesario reconocer los conflictos que se viven y poner de parte de todos para superarlos (Libro: Claves para superar los conflictos familiares).