11 de Julio

Escucha La Palabra de Dios para cada día

Primera Lectura

Lectura de la profecía de Oseas 11, 1-4. 8c-9

Esto dice el Señor: “Cuando Israel era joven lo amé y de Egipto llamé a mi hijo. Cuando más los llamaba, más se alejaban de mí: sacrificaban a los baales, ofrecían incienso a los ídolos. Pero era yo quien había criado a Efraín, tomándolo en mis brazos; y no reconocieron que yo los cuidaba. Con lazos humanos los atraje, con vínculos de amor. Fui para ellos como quien alza un niño hasta sus mejillas. Me incliné hacia él para darle de comer. Mi corazón está perturbado, se conmueven mis entrañas. No actuaré en el ardor de mi cólera, no volveré a destruir a Efraín, porque yo soy Dios, y no hombre; santo en medio de ustedes, y no me dejo llevar por la ira”.

L: Palabra de Dios

T: Te alabamos, Señor

 

Salmo responsorial 79, 2ac. 3b. 15-16

R. Que brille tu rostro, Señor, y nos salve.

Pastor de Israel, escucha, tú que te sientas sobre querubines, resplandece; despierta tu poder y ven a salvarnos / R.
Dios de los ejércitos, vuélvete: mira desde el cielo, fíjate, ven a visitar tu viña. Cuida la cepa que tu diestra plantó y al hijo del hombre que tú has fortalecido / R.

Aclamación antes del Evangelio (Mc 1, 15)

“Está cerca el Reino de Dios; conviértanse y crean en el Evangelio”.

Lectura del santo Evangelio según san Mateo 10, 7-15

“Gratis han recibido, den gratis”

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus apóstoles: “Vayan y proclamen que ha llegado el Reino de los Cielos. Curen enfermos, resuciten muertos, limpien leprosos, arrojen demonios. Gratis han recibido, den gratis. No se procuren en la faja oro, plata ni cobre; ni tampoco alforja para el camino, ni dos túnicas, ni sandalias, ni bastón; bien merece el obrero su sustento. Cuando entren en una ciudad o aldea, averigüen quién hay allí de confianza y quédense en su casa hasta que se vayan. Al entrar en una casa, salúdenla con la paz; si la casa se lo merece, su paz vendrá a ella. Si no se lo merece, la paz volverá a ustedes. Si alguno no los recibe o no escucha sus palabras, al salir de su casa o de la ciudad, sacudan el polvo de los pies. En verdad les digo que el día del juicio les será más llevadero a Sodoma y Gomorra, que a aquella ciudad”.

S: Palabra del Señor                                     

T: Gloria a ti, Señor Jesús

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